Thursday, October 18, 2012

χρονικό

 


 





Crónica (χρονικό σε μετάφραση Mario Domínguez Parra)


Como poetas corremos peligro en los precipicios.

La montaña que normalmente se eleva desde el norte a mil metros

se precipita de golpe en el mar del sur.



Muchos kilómetros escarpados precipicios…

Enormes rocas pétreos arcontes

con la mar cual esclava a sus pies.



Por entre los frisos soplan los vientos eternos

que nos entorpecen confundiendo nuestras cuerdas

Hallamos los antiguos senderos

en mitad del caos

aquí donde aprendieron a no tener miedo

los montañeses.

Encuentro señales de hombres valerosos

que se distinguieron

en estos difíciles parajes, refugios de águilas

que no ensucian sus garras en la tierra.

Hallamos los refugios de los razonamientos

que ya no pueden vivir

con los hombres.



Cuando la luna sale

nos detenemos en las orillas del tiempo.

Mientras nuestro corazón aguante.

No nos quedamos mucho en las fabulosas playas de la memoria

que están hechas

de luz de luna y olvido.



Allí donde se escuchan

las olas del tiempo

en la noche y el silencio.



Este sonido es la canción de la noche.

Las palabras secretas de los vientos en lugares desiertos.

Ésta es la flor de la luna que es a la vez el mañana y el ayer.



Ésta es la canción de la noche.



Las palabras secretas de la belleza insoportable.

Partimos. Nuestro corazón no aguanta.



Tenemos prisa.

Amanece un día laborable.

(Traducción: Mario Domínguez Parra)